Marcos D?ez (Santander, 1976) ha publicado los libros de poemas Puntos de apoyo (2010), Combusti?n (Premio de Poes?a Hermanos Argensola, 2014), Desguace (Premio Ciudad de Burgos, 2018) y Belleza sin nosotros (Premio de Poes?a Generaci?n del 27, 2022). Este volumen re?ne los t?tulos anteriores, as? como una selecci?n de sus primeros poemas, e incluye tambi?n un libro in?dito, Besar la tierra, escrito entre 2022 y 2024.

?Al leer los poemas de Marcos D?ez uno tiene la impresi?n de que est?n escritos fundamentalmente con el coraz?n en la mano, desde una honradez sencilla con la que sentimos una rara comuni?n que podr?a acercarse mucho a eso que llamamos la verdad humana. Si desencantan es porque renuncian a malabarismos ling??sticos y a poses de hechicero; si desintoxican no es sino porque limpian la mente tanto de iron?as como de sentimentalismo, y la llenan de palabras que alimentan, palabras que se agarran a lo que significan. La poes?a de Marcos D?ez indaga en las heridas y los gozos de la existencia a trav?s de una voz cercana, sobria y meditativa, que se detiene a observar los gestos cotidianos, las experiencias y los v?nculos personales m?s ?ntimos no para sublimar ni desaprobar, sino para intentar hallar, en un esfuerzo sincero, el sentido desde su propio claroscuro. Una voz singular, de m?ltiples aristas, org?nica y coherente, que cree en el poder del lenguaje para transmitir belleza, emoci?n y verdad?.

«Al leer los poemas de Marcos Díez uno tiene la impresión de que están escritos fundamentalmente con el corazón en la mano, desde una honradez sencilla con la que sentimos una rara comunión que podría acercarse mucho a eso que llamamos la verdad humana. Si desencantan es porque renuncian a malabarismos lingüísticos y a poses de hechicero; si desintoxican no es sino porque limpian la mente tanto de ironías como de sentimentalismo, y la llenan de palabras que alimentan, palabras que se agarran a lo que significan. La poesía de Marcos Díez indaga en las heridas y los gozos de la existencia a través de una voz cercana, sobria y meditativa, que se detiene a observar los gestos cotidianos, las experiencias y los vínculos personales más íntimos no para sublimar ni desaprobar, sino para intentar hallar, en un esfuerzo sincero, el sentido desde su propio claroscuro. Una voz singular, de múltiples aristas, orgánica y coherente, que cree en el poder del lenguaje para transmitir belleza, emoción y verdad».