Vatio

«Comenzaba a tener una sensación salvaje, de inseguridad, de algo que no veía venir. No podía compararse con ningún otro problema de calle, que percibes débilmente, pero que ves aproximarse. En esta ocasión, el miedo llegaba por detrás, sin dejarse ver. Era el miedo, sí».

La noche, los conciertos, las giras, camerinos y poblados de un Madrid de inicios de siglo XXI que huele a rock, miedo y alto voltaje. El joven protagonista de esta aventura se embarca en un enloquecido viaje a la sombra de su ídolo del rock mientras se busca a sí mismo y descubre a qué sabe el vértigo.

Con Vatio, Alfonso J. Ussía nos invita a un viaje íntimo y esencial, dónde la voz de Andy, el protagonista, te acompañará por el retrato más salvaje de una industria musical reciente, extinta, y hasta ahora, desconocida.

 

Peregrinas

Dorita, Fina y Carmen son tres octogenarias que, con el pretexto de hacer el camino de Santiago, se escapan de la residencia de ancianos donde viven el verano del desconfinamiento.

Mientras asistimos a los apuros de estas tres aventureras por el interior de España, la novela reconstruye los momentos más singulares de sus vidas y los motivos que justifican tan insólita escapada.


Entre Arrugas, de Paco Roca, y Las chicas de oro, un viaje repleto de humor y situaciones embarazosas, pero también profundamente emotivo en el relato de las historias personales que cada protagonista lleva consigo

 

Las hermanas Gourmet

Cuatro hermanas cocineras que se hacen famosas dando de comer a ricos y pobres; un joven visitante curioso; un noble caserón que parece abandonado; un lugar del Mediterráneo europeo, con playa y río, donde conviven miembros de un antiguo linaje y familias sin patria. Convocando a grandes chefs de lo imaginario (Oscar Wilde, Borges, Kafka, Tabucchi), Molina Foix construye un relato repleto de relatos, y lo salpimenta con elementos tomados de la novela de intriga y espionaje.
Todo ello ligado con el imperecedero mundo de la fábula que al final del libro se ve invadido por la acuciante presencia de lo real.

 

 

 

Formentera Lady

Niel, Ona y Àsia vivieron en los años ochenta una juventud frenética entre Cataluña y las islas Pitiusas. Gozaron sin mesura del sexo, la música y las drogas hasta que cayeron en el pozo de la adicción.
Treinta años después, instalados en el tedio decepcionado de los cincuenta y con muchas cicatrices en el alma, deciden revisitar esa época turbulenta mediante la escritura de un libro. Un libro que, con sus historias de tráficos grandes y pequeños, reencuentros mágicos y funestos, renaceres y recaídas, ofrece un retrato implacable de una generación que vivió al límite y pagó un alto precio por sus excesos.
Quince años después de debutar con «Caballos salvajes», Jordi Cussà volvió a escribir en «Formentera lady» sobre los años rojos de la adicción pero, esta vez, con la mirada lúcida de aquellos que lograron sobrevivir.

 

Ladrones de tinta

Diez años después de que el impresor Francisco Robles editara El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, un tal Avellaneda saca una segunda parte sin pedir permiso a dios ni al diablo. Celoso de su negocio, Robles encarga a uno de sus empleados, Isidoro de Montemayor, que averigüe quién es ese tal Avellaneda para ajustarle las cuentas. Habitual parroquiano de tugurios de turbio pelaje, así como de cenobios literarios de abolengo, Montemayor no tarda en descubrir que Avellaneda no es más que un pseudónimo tras el que se oculta alguien que se siente ofendido por Cervantes, a quien tacha de cornudo y homosexual. Deberá para ello adentrarse en las páginas del Quijote y en la vida de su autor con el fin de conocer qué personaje se ha propuesto ensuciar su nombre y hasta enviarlo a la hoguera.

Publicado originalmente en 2004 y reeditada recientemente por Reino de Cordelia con ilustraciones de José María Gallego es una estupenda elección para los aficionados a la novela histórica.

 

Una cuestión de alcohol

Me llamo Julio Ejido y soy un alcohólico. Bebo y fumo desde que tenía doce años, ahora acabo de cumplir sesenta. Esta confesión no posee valor alguno ya que no se la hago a nadie, carece de destinatarios. Y aunque los tuviera, no por ello adquiriría la menor importancia, puesto que no contemplo el valor de la confesión como alivio, ni siquiera como ritual; tampoco valoro el perdón que se pide o se otorga, lo desprecio de igual modo. Solo creo en la culpa, en su persistencia, en la inutilidad del arrepentimiento, en lo fútil que es el transcurso de la vida, en la pérdida de toda ilusión, en la conmovedora belleza de algunas mujeres maduras, en cierta armonía de las contradicciones, en la decepción propia y ajena, en lo que te salva de la locura o te lleva a ella, en la inevitable seducción del caos y en la sed, en esta constante y maldita sed. ¿Por qué voy a contar esta historia hasta el punto en que lo haga? Porque en definitiva es una historia con fantasmas, y los fantasmas me fascinan, aunque me aterroricen. No existen, pero nos acompañan sin haber sido invitados. Y van por debajo.

Juan Bas trata en esta novela de las consecuencias de nuestros peores actos, de una dura mirada hacia los demás y hacia uno mismo, de las decisiones equivocadas y de las mutaciones incontrolables de la memoria sobre lo que se ha creído vivir.