“Parece que cada corazón que late por la libertad sólo tiene derecho al plomo, pido mi parte”

Louise Michel

El 19 de julio de 1870 Napoleón III declara la guerra a Prusia. El 2 de septiembre es capturado tras la batalla de Sedán y sus 100.000 hombres desarmados. Los diputados republicanos derrocan el Imperio y proclaman la Tercera República. Días después el ejército prusiano asedia y bombardea París. En enero de 1871 Louis Adolphe Thiers, que será más adelante presidente de la República, acuerda un armisticio, firmado en Versalles por el que Francia cedería Alsacia y Lorena a Prusia, el pago de un rescate de 200 millones de francos, y el desarme de los soldados que defienden París para hacer un desfile en honor de Francisco I que se proclamaría emperador en el Palacio de Versalles.

Lissagaray, un joven periodista que no solo vivió los hechos, sino que luchó por la Comuna en las barricadas, narra la gloria de la resistencia en París, los grandes logros alcanzados por la revolución y el valor de las mujeres y hombres que dieron su vida por la causa de la libertad.

200.000 parisinos formaban parte de la Guardia Nacional, milicias que mantenían el orden en tiempo de paz y que habían defendido durante meses París del asedio prusiano. La rendición fue considerada un acto de traición por el pueblo de París y la Guardia Nacional puso a salvo de los prusianos más de 400 cañones y ametralladoras, la mayor parte en la colina de Montmartre y Belleville. El ejército prusiano desfila por calles desierta de París el 1 de marzo.

En el marco del París revolucionario de 1870 y 1871, Edmond de Goncourt recorrió las calles, habló con todo el mundo, asistió a reuniones políticas, entró en hospitales, atravesó fortificaciones, visitó barricadas, presenció combates y luego volvió cada noche a su habitación para forjar algunas de las más bellas páginas que se hayan escrito sobre estos momentos cruciales de la historia.

Las primeras medidas de Thiers y aprobadas por la nueva asamblea llevan a la quiebra a más de 300.000 obreros, pequeños talleres y tiendas. Suprime los salarios de la Guardia Nacional. El General Vinoy, jefe del ejército en París prohíbe seis periódicos republicanos y dicta sentencias de muerte contra dirigentes republicanos.

En la madrugada del 18 de marzo, Thiers ordena recuperar el armamento, pero en Montmartre se produce un motín, los soldados se niegan a disparar sobre la muchedumbre desarmada por orden del General Lecomte y este es arrestado y fusilado. Thiers y el gobierno abandonan París y se refugian en Versalles junto con el ejército.

Roberto Ceamanos es profesor titular de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza, sus principales líneas de investigación se centran en la historiografía e historia de Francia, y en la historia de la España de los años treinta y de sus exilios.

El 26 de marzo se realizan elecciones libres en París y salen elegidos 92 miembros del Consejo Comunal compuesto por obreros, artesanos, pequeños comerciantes y políticos; todos ellos de ideologías anarquistas, socialistas, jacobinos, marxistas, blanquistas e independientes.

Consiguieron mantener los sistemas públicos esenciales y se decretó que los miembros del gobierno tuviesen salario similar a un obrero con la prohibición de acumulación y aprovechamiento de sus cargos. Disolvieron el ejército regular, que contaba en París con más de 20.000 miembros que Thiers había dejado atrás en su retirada a Vesalles; pensiones para las viudas de la Guardia Nacional. Se abolieron los intereses de las deudas, crearon guarderías para los hijos de las trabajadoras, se prohibió el trabajo nocturno. La iglesia se separó del estado y se expropiaron sus bienes. La educación pasó a ser laica, gratuita y obligatoria. Se promocionó la cultura y se quemó públicamente la guillotina. Se estableció la libertad de prensa, reunión y asociación.

Ambientado magistralmente en los primeros días de La Comuna, Tardi y Vautrin montan un thriller policiaco componiendo una obra maestra que ya forma parte de la historia universal de la novela gráfica.

Desde Versalles, Thiers y sus ministros consideraron la Comuna como una expresión de cambio social que debía ser aplastada. La burguesía europea se escandalizó por “el predominio del proletariado sobre las clases pudientes, del Trabajo sobre el Capital”. Bismarck amenazó con utilizar el ejército prusiano si Thiers no reprimía la Comuna. Esta quiso respetar la propiedad privada burguesa y no expropió el Banco privado de Francia. Este financiaría la represión. Desde el 2 de abril Thiers bombardea París y niega la posibilidad de negociar. El 21 de mayo el ejército entra en París y se desata una guerra civil de guerrillas, con barricadas en las calles, que van cayendo una tras otra ante el avance de la fuerza superior del ejército.

Un batallón de 120 mujeres guiadas por la anarquista Louise Michel levanta la barricada de Plaza Blanche y la defienden hasta ser masacradas por el ejército. Belleville fue el último distrito en resistir y los últimos comuneros combaten hasta la muerte en el cementerio de Pere-Lachaise. El 28 de mayo La Comuna ya era historia.

La guerra civil en Francia

Reportaje gráfico magistral sobre los acontecimientos de la Comuna de París. Una de las obras más notables del gran ilustrador francés.

Gustave Doré, testigo de los acontecimientos, retratará a los actores del drama, a los diputados que apoyan al gobierno, hipócritas, charlatanes, de un egoísmo brutal, y a los desposeídos revolucionarios, ignorantes, resentidos, condenados al fracaso. El conjunto resultante será una lección magistral de dibujo caricaturesco; una sátira política de alcance universal.

Dibujante, pintor y escultor, Gustave Doré (Estrasburgo,1832 – París,1883) es recordado sobre todo por sus ilustraciones de grandes clásicos como Don Quijote, la Divina comedia o la Biblia, que le ganaron una reputación internacional. Sin embargo, en su juventud Doré fue también caricaturista y autor de (proto) historietas como Los trabajos de Hércules (1847) y La Santa Rusia (1854), obras que han despertado un renovado interés y admiración en los últimos años.

La sangre de las cerezas

París, 1885. Los exiliados de la Comuna ya vuelven a la capital, pero la insurrección de las clases proletarias y su violenta represión han dejado profundas huellas en la sociedad. Klervi, una joven bretona recién llegada a París, encuentra en Clara un apoyo y una mentora en aquella época convulsa. Tras las ediciones integrales de Los pasajeros del viento (Astiberri, 2015) y La niña Bois-Caïman (Astiberri, 2016), François Bourgeon inicia con La sangre de las cerezas, cuarenta años después del comienzo de su serie de culto, un tercer y último arco de dos tomos donde se cruzan el destino de dos mujeres en el corazón de un Montmartre ensangrentado.

Reseña de La sangre de las cerezas 1. Calle de L’Abreuvoir en Zona Negativa

París La Comuna

En esta obra única el flâneur Ludovic Hans recorre París el día después de la caída de la Comuna. Fascinado por las ruinas y la destrucción nos ofrece una guía impactante que se completa con abundante material gráfico gracias a la fotografía, una incipiente técnica que no se resistió a documentar un paisaje urbano hasta entonces desconocido.

Mientras tanto, el joven Rimbaud, poseído por el espíritu de la insurrección, viaja al París de la Comuna y desde allí describe con sus cartas y poemas cómo solo a partir de las más bellas ruinas se puede construir un nuevo futuro para la poesía.

Dos desplegables, un cuaderno de 32 páginas con las Cartas del Vidente y el acceso a un mapa interactivo lleno de bellas ruinas.