Tú, de belleza dura, fría e inmortal,
esculpido tu mármol
de delicados cuerpos,
esplendorosa hierba
y florecidas ramas,
misteriosa como la eternidad,
cuando el tiempo consuma nuestro tiempo,
seguirás confortando el dolor de otras gentes.
Dirás entonces, muda, como ahora:
“La belleza es verdad, la verdad es belleza”.
Y eso habrá de ser todo cuanto os baste saber.

John Keats nació el 31 de octubre de 1795 en Finsbury Pavement, un barrio a las afueras de Londres. A los siete años fallece su padre y tras un segundo matrimonio fallido su madre se traslada a casa de la abuela con John, su hermana y sus otros tres hermanos.

A los quince años, cuando ya leía a los clásicos y traducía a Virgilio, y tras haber perdido a uno de sus hermanos su madre fallece de tuberculosis quedando al cuidado de su abuela la cual nombra a dos tutores para que se hagan cargo de los niños. Estos deciden que John se forme como aprendiz de cirujano, pero finalmente se gradúa en Farmacia y, tras ejercer dos años, pasa a dedicarse por completo a la poesía.

Retrato de Keats realizado por su amigo Joseph Severn, que le acompañó durante los últimos meses de su convalecencia en Roma. El retrato se puede ver en la National Gallery.

A través del poeta y editor Leigh Hunt conoce a Byron y Shelley y entra a formar parte del círculo del Romanticismo publicando su primer poemario en 1817, en ese año realiza un viaje por Escocia e Irlanda pero empieza a tener síntomas de tuberculósis, y en 1918 fallece su hermano Tom de la misma afección. Conoce a Fanny Brawne en Londres y se enamora de ella, pero el avance de su enfermedad hace que sus médicos le recomienden un clima más suave y, por invitación de Shelley se traslada a Roma con su amigo el pintor Joseph Severn donde finalmente fallece el 23 de febrero de 1821. Sus restos descansan en el cementerio protestante de Roma, detrás de la pirámide de Cayo Cestio.

Está considerado como un “poeta maldito” al no ser reconocido el valor de su obra hasta tiempo después de su fallecimiento. Entre sus poemas más celebrados y que, en palabras de Julio Cortázar, son muestra de la “exuberancia e imaginación atemperadas por la melancolía” se encuentran Endymion, Oda a Psique, Oda a una urna griega.

Queremos destacar las traducciones al castellano realizadas por Antonio Rivero y las más reconocidas de Lorenzo Oliván, que son las que tenemos disponibles en Anaïs Libros.

Angel Silvelo relata en su libro “Los últimos pasos de John Keats” la estancia del poeta en Roma tejiendo un relato de lo que pudieron ser sus últimas inquietudes y pensamientos a través de la correspondencia con Fanny y con sus amigos más cercanos. En su tumba, su amigos hicieron esculpir una lira griega con cuatro de sus ocho cuerdas “como símbolo del genio poético que la muerte truncó antes de haber llegado a su madurez”. Bajo ella puede leerse la inscripción:

Esta tumba

contiene todo cuanto era Mortal

de un

JOVEN POETA INGLÉS,

Quien,

en su Lecho de Muerte,

en la Amargura de su Corazón,

a Merced de sus Enemigos,

Quiso

que se grabaran en su Lápida estas Palabras:

Aquí yace Uno

Cuyo Nombre fue escrito en el Agua

24 de febrero de 1821