Rosalía de Castro sigue siendo una poeta enormemente popular y conocida más de cien años después de su muerte. Sus versos, sinceros y musicales, sencillos y enormemente expresivos, reflejan fielmente el lenguaje popular de su pueblo, así como sus problemas: el hambre, la emigración, la injusticia.

Pero Rosalía no es sólo una portavoz privilegiada, cercana y veraz del sentir de los suyos. En sus composiciones nos habla también del amor, de lo que significa ser mujer o de las ilusiones y decepciones de las relaciones de pareja. Y no todo son llantos y amargas soledades. El sentido del humor, la fina ironía y la crítica mordaz son también su patrimonio y nos revelan el carácter de una mujer fuerte, valiente, sensible, que sabe también de la risa y que, un siglo después de su creación, presenta en sus composiciones historias, sentimientos y problemas plenamente actuales

Esta Antología, que recoge los poemas más conocidos y cantados de la autora, busca también mostrar, a través de su obra, todos los matices de la compleja y rica personalidad de una de las voces más valientes y libres de la poesía gallega y española.

 


Ruinas (en lengua castellana, año 1866): es un cuadro de costumbres centrado alrededor de tres tipos humanos, tres habitantes de una pequeña villa, ejemplares por sus valores espirituales, que se sobreponen a su decadencia social.

 

 

 

 

 
Emilia  Pardo Bazán fue una abanderada de los derechos de las mujeres y dedicó su vida a defenderlos tanto en su trayectoria vital como en su obra literaria. En todas sus obras incorporó sus ideas acerca de la modernización de la sociedad española, sobre la necesidad de la educación femenina y sobre el acceso de las mujeres a todos los derechos y oportunidades que tenían los hombres.
 Aún consciente del sexismo en los círculos intelectuales, propuso a Concepción Arenal para la Real Academia Española, pero la candidatura fue rechazada; tampoco aceptaría esta institución a Gertrudis Gómez de Avellaneda, ni su propia candidatura (fue rechazada tres veces, en 1889, en 1892 y en 1912), por más que en 1906 llegara a ser la primera mujer en presidir la sección de literatura del Ateneo de Madrid y la primera en ocupar una cátedra de literaturas neolatinas en la Universidad Central de Madrid (en 1916)1920 además de ser nombrada en 1910 Consejera de Instrucción Pública por Alfonso XIII.
 
 
 

Insolación (historia amorosa) es una novela escrita por Emilia Pardo Bazán y publicada en 1889. En ella, la autora se aleja de las premisas del naturalismo que la habían caracterizado en su obra magna, Los pazos de Ulloa, y se centra más en el estudio psicológico de los personajes, empleando para ello una inusitada y compleja técnica narrativa que la acerca a la narración espiritualista. Es notable en esta novela el marcado feminismo y la puesta en duda de los valores morales y la doble cara de medir de la sociedad de la época, a través de la historia de la aventura sexual de una viuda con un hombre más joven que ella.

 


Publicada por primera vez en 1886. Forma un díptico con La madre naturaleza, publicada en 1887.

Se trata, dentro del realismo literario español, de la novela que mejor ejemplifica la corriente naturalista, al reflejar la aceptación de las teorías positivistas aplicadas a la literatura por el escritor francés y padre del naturalismo Émile Zola.

Don Julián Álvarez, joven y apocado sacerdote, se dirige a los Pazos de Ulloa para servir al Marqués Don Pedro Moscoso como administrador por recomendación del tío del noble. Nada más llegar a los Pazos, situados en una zona rural de Galicia, el sacerdote se escandaliza por el decadente estado del palacio y el comportamiento de Don Pedro y sus empleados: El palacio está en un estado ruinoso, la biblioteca y las cuentas abandonadas, la capilla desatendida por el actual abad. Don Pedro, quien en realidad no es marqués puesto que el título fue vendido, es ignorante y rústico aunque se da aires de gran señor. Pasa la mayor parte del tiempo de cacería rodeado de personajes de mala reputación. El mayordomo de la finca, Primitivo, un aldeano astuto y violento, controla todos los negocios del marqués y tiene atemorizados a los demás empleados e incluso al propio marqués. Su hija Sabela trabaja como cocinera en los Pazos y es la amante de Don Pedro, con quien tiene un hijo ilegítimo de unos cinco años llamado Perucho. Perucho se cría desatendido y casi salvaje en los Pazos. Sabela coquetea abiertamente con Don Julián y recibe a una cohorte de aldeanas y meigas en la cocina de los pazos, aprovisionándolas de la despensa del marqués. En el pueblo cercano, Cebre, los caciques liberal y conservador se disputan el control de la comarca.


Fue considerada en el momento de su aparición como uno de los ejemplos más ortodoxos del naturalismo en España, a pesar de sus diferencias con las prescripciones de Émile Zola.

Es una brillante continuación del libro anterior; Emilia Pardo Bazán usa en esta obra una prosa más poética y descriptiva, y en sus páginas se siente el amor que profesa a su tierra recreando los ambientes campestres. Vemos desarrollados los personajes de Perucho y Manolita, y conocemos a otro no menos interesante: Gabriel. La tesis de esta novela es una invocación a la cultura, concretamente a la religión, al naturalismo cristiano, frente al imperio de la naturaleza desordenada y sin control. Es el relato de una atracción incestuosa, un proceso natural condenado por la sociedad: el enfrentamiento entre naturaleza y cultura, expresado como la fuerza irresistible del amor que sienten dos seres (Perucho y Manuela, su hermana por parte de padre) que acaban sucumbiendo a los impulsos naturales.