Recientemente pudimos disfrutar de un fantástico Coloquio/Taller en Tres Movimientos en el que Joaquín Marta nos regaló una magistral introducción al análisis literario comparado, en el que diseccionó (destapó el tarro de las esencias y nos ayudó a mirar dentro), Tiempos Recios, Lluvia Fina y Tres Movimientos.
 
Dentro de unas semanas, con la ayuda de Joaquín y a sugerencia suya echaremos una mirada dentro de Ordesa, de Manuel Vilas y de La casa holandesa siguiendo la línea temática de los conflictos intrafamiliares que plantea Lluvia Fina de Landero.
 
Para que no sean dos sin tres, desde Anaïs Libros sugerimos El verano que mi madre tuvo los ojos verdes,  de Tatiana Ţîbulea. Reconocida con el premio Literatura de la UE 2019y  finalista al Premio Librerías de Madrid.
 
 
 
«Me adentraba en los bosques. Volví a tocar la vida. Viajé hasta Ordesa, y me quedé contemplando las montañas. Vi con claridad los errores de mi vida y me perdoné a mí mismo todo cuanto pude, pero no todo. Aún necesitaba tiempo.»
 
El desencadenante de la historia narrada es la muerte de la madre, a comienzos de 2014, casi una década después de que lo dejara también su padre a causa de un cáncer de colon. Un segundo luto que viene agravado por el casi simultáneo di­vorcio del narrador. Un narrador sin nombre de cincuenta y dos años —aunque un tío paterno afincado en Galicia al que no ha visto en los últimos treinta años lo iden­tifique al teléfono en algún pasaje como Manoli­to—, un escritor, nacido en un pequeño pueblo del norte de España llamado Barbastro, que se pare­ce mucho al autor de carne y hueso.
 
 
 
Ordesa es una crónica íntima de la España de las últimas décadas, pero también un relato sobre todo aquello que nos recuerda que somos seres vulnerables, sobre la necesidad de levantarnos y seguir adelante cuando nada parece hacerlo posible, cuando casi todos los lazos que nos unían a los demás han desaparecidos roto. 
 
Reseña de Ordesa en El Placer de la Lectura
 

 
 
 
 
 


A finales de la Segunda Guerra Mundial, a Cyril Conroy lo visita la suerte: hace una única pero muy inteligente inversión que le permite poner en marcha lo que se convertirá en un gigantesco imperio inmobiliario. El negocio catapulta a su familia desde la pobreza a una ingente riqueza, y su primera decisión es comprar la Casa Holandesa, una rica mansión a las afueras de Filadelfia. La casa, que pretende ser un regalo para su esposa Elna, terminará marcando los designios de toda la familia. Elna, incapaz de soportar la vida en una mansión como aquella, abandona a su familia para entregarse a los más necesitados. Maeve, la hermana mayor, se verá obligada a ejercer de madre para Danny, el pequeño. Circunstancias imprevisibles golpean a los hermanos, que se ven obligados a abandonar su casa de ensueño y rayan de nuevo la pobreza de la que habían escapado sus padres. La adversidad y una profunda nostalgia hacia el hogar que les ha sido arrebatado forjarán un vínculo indestructible entre ellos.
 
 
«La Casa Holandesa» es un cuento de hadas sembrado de claroscuros, un relato sobre un paraíso perdido que ahonda en cuestiones como la memoria, el amor y el perdón.
 
 
 
 


Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Este es el relato de un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo por fin bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos.
 
 
Plena de emoción y crudeza, Tatiana Ţîbuleac muestra una intensísima fuerza narrativa en este brutal testimonio que conjuga el resentimiento, la impotencia y la fragilidad de las relaciones maternofiliales. Una poderosa novela que entrelaza la vida y la muerte en una apelación al amor y al perdón. Uno de los grandes descubrimientos de la literatura europea actual.