La noche de difuntos me despertó a no sé qué horas el doble de las campanas; su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria.

Gustavo Adolfo Bécker

Desde tiempos remotos distintas civilizaciones han celebrado, por estas fechas, el fin de la temporada de cosechas; era creencia extendida, que en estos días en los que las noches son las más largas del año, la frontera que separa el mundo de los muertos del de los vivos se hacía más accesible para el paso de un lado a otro.

La festividad celta celebra que los espíritus de los difuntos pueden en estas fechas, caminar entre los vivos, teniendo estos la oportunidad de reunirse con sus antepasados muertos. Para mantener a los espíritus contentos y alejar a los malos de sus hogares, dejaban comida fuera, una tradición que se convirtió en lo que hoy hacen los niños yendo de casa en casa pidiendo dulces. Por el Samhain era costumbre vaciar nabos (posteriormente calabazas, debido a una tradición irlandesa) para ponerles dentro velas.

El éxito del cristianismo hizo que las antiguas fiestas paganas se adaptasen al calendario y los ritos de las primeras comunidades cristianas así, a mediados del siglo IX, el papa Gregorio III decretó que la fiesta que los cristianos dedicaban a la memoria de sus mártires, que se celebraba hasta entonces por el mes de mayo, pasase al primer día de noviembre como día de Todos los Santos. Las celebraciones paganas se fueron olvidando en favor de las nuevas celebraciones religiosas.

Parece ser que la tradición de Halloween («víspera de todos los santos» en inglés) que actualmente se identifica con EEUU y que se está exportando con éxito a gran parte del mundo recibiendo acusaciones de haberse convertido en una celebración al Dios mercado, en contra de la tradición cristiana,surge de Irlanda, proveniente de las celebraciones de año nuevo celtas, y se implanta en tierras americanas mediante las tradiciones que los inmigrantes irlandeses llevaron consigo a los Estados Unidos.

En España, se tienen noticias de celebraciones de tradición celta en la cornisa cantábrica, sobre todo en Galicia y Asturias.
En muchas poblaciones de la comunidad de Madrid era tradición, al menos desde la edad media, decorar las casas con calabazas recortadas en forma de caras con una vela dentro. En las afueras de Soria se celebra una procesión conocida como «El ritual de las ánimas» descrita por Becker en el cuento de terror «El monte de las ánimas»

El Día de Muertos, ampliamente celebrado en Méjico, de tradición precolombina, ha sido declarado por la UNESCO patrimonio de la humanidad

Nosotros, como libreros, por estas fechas celebramos la literatura surgida de estas tradiciones, de la relación de distintas culturas con la muerte y lo desconocido, de nuestros miedos, nuestros terrores y nuestros monstruos. Así durante los próximos días nuestros escaparates lucirán espantosos y desde nuestros espacios en la red haremos reseña de una serie de títulos que hemos seleccionado especialmente para la ocasión para pequeños y mayores; cuentos, ensayos, cómics, mangas y novelas de terror góticas, victorianas y actuales disponibles en Anaïs Libros.

Y mañana: ZOMBIS, OLAS ASESINAS Y PULPOS DE GOMA, Fran Díez estará con nosotros en San Francisco, 4 para hablarnos del SURF-TERROR y su libro. Pasaremos un buen rato.