El mítico ilustrador Francisco Meléndez cumple sus bodas de acero con el silencio, y las interrumpe momentáneamente para esclarecer lo sucedido en el Edén hace cientos de años.
Una muestra de su talento intacto y libérrimo, que Mark Twain celebra desde quién sabe dónde.
Del diario de Adán: Esta nueva criatura de pelo largo se entromete bastante.
Siempre está merodeando y me sigue a todas partes.
Eso no me gusta; no estoy habituado a la compañía.
Preferiría que se quedara con los otros animales.
Hoy está nublado, hay viento del este; creo que tendremos lluvia ¿Tendremos? ¿Nosotros? ¿De dónde saqué esta palabra? Ahora lo recuerdo: la usa la nueva criatura.
Del diario de Eva: Toda la semana lo seguí y traté de entablar relaciones con él.
Yo soy la que tuvo que hablar, porque él es tímido, pero no me importa.
Parecía complacido de tenerme alrededor, y usé el sociable «nosotros» varias veces, porque él parecía halagado de verse incluido.